Decrecimiento o muerte

juny 2012

Los cientos de miles de seguidores de este blog habrán reparado en que, hace ya un tiempo, me dedico a fusilar artículos, comentarios y hasta conversaciones privadas de otra gente y reproducirlos aquí. Cuando todo está dicho, uno tiende a repetirse, algo que no me gustaría en absoluto.
A raíz de la lectura de un artículo de EuropaPress, no me queda más remedio que volver a incidir en la acuciante necesidad de decrecimiento económico, algo que, en la esfera individual y por aquello del pensamiento contradictorio, nadie desea. Por resumirlo de alguna manera, un grupo importante de científicos de primera fila se han mostrado muy preocupados por la posibilidad de colapso de la Tierra si no invertimos los parámetros de crecimiento actuales.
Todavía hay quién piensa que la sostenibilidad es la clave que permite combinar crecimiento y salud ecológica. Por desgracia, nada es tan fácil. Como ejemplo tomemos una botella vacía en la que depositamos dos bacterias. Cada minuto que pasa su número se dobla y llegará a estar colmada de ellas al cabo de una hora.La pregunta es muy fácil: ¿cuanto tiempo pasa desde que la botella está medio vacía de bacterias hasta que está rebosante de ellas?
Por pura lógica: en el minuto 59, la botella se hallaba a la mitad de su capacidad, mientras que en el 60 está repleta y antes de llegar al 61 ha estallado en mil pedazos.
El gran Asimov anteponía el problema demográfico a los Derechos Humanos y otras sosainas colectivas en su Metáfora del cuarto de baño. Un ejemplo prosaico pero que bastó para que, desde activistas cristianos hasta los liberaloides, le tuvieran en el punto de mira de sus obsesiones:
Finalmente, reproduzco el artículo antes citado:
MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) –
Un total de 18 científicos de todo el mundo han predicho un colapso planetario inminente, calculado mediante teorías científicas, la modelización de ecosistemas, y la evidencia paleontológica.
En el artículo, publicado en ‘Nature’, los autores sugieren que las fluctuaciones cada vez más extremas que afectan a la biodiversidad de la Tierra, los cambios climáticos que sufren los ecosistemas, y el presupuesto disponible ante el cambio radical de las fuentes de energía, están conduciendo el estado planetario a un punto de inflexión.
Según han señalado, el último punto de inflexión en la historia de la Tierra se produjo hace unos 12.000 años, cuando el planeta pasó de la época de los glaciares, a su estado interglacial actual. Una vez que se alcanzó el punto de inflexión, los cambios biológicos más extremos que condujeron a nuestra situación actual tuvieron lugar en tan sólo 1.000 años, según ha explicado uno de los autores, Arne Mooers.
Mooers afirma que “en estos momentos, el próximo cambio del estado global será muy perjudicial para nuestras civilizaciones y, una vez que un cambio planetario se produce, no hay vuelta atrás”. Estas proyecciones contradicen la creencia popular de que el hecho de que las presiones antropogénicas, tales como el cambio climático, estén destruyendo nuestro planeta, son todavía discutibles, y que cualquier desastre sería gradual, y tardaría siglos en ocurrir.
Este estudio concluye que es mejor no superar la marca del 50 por ciento de la transformación total de la superficie de la Tierra, porque, de no ser así, no podremos retrasar ni evitar el colapso planetario. Ya hemos alcanzado la marca del 43 por ciento, lo que hace que el medio ambiente de la Tierra sea cada vez más susceptible a una epidemia.
“En pocas palabras, los seres humanos no han hecho nada realmente importante para evitar lo peor, ya que las estructuras sociales necesarias para ello no existen”, ha afirmado Mooers.

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